f Un nuevo enfoque en la difusión de las ciencias químicas

Un nuevo enfoque en la difusión de las ciencias químicas


Jean-Marie Lehn (Premio Nobel de Química 1987) define la química como la ciencia de la materia y sus transformaciones, cuya más alta expresión es la vida. Sin embargo, para una buena parte de la sociedad la palabra “química” significa “artificial”, “contaminante” o “dañino” para la vida. En parte, los profesionales de la química somos culpables de esta imagen negativa, pues no hemos hecho el esfuerzo suficiente para reivindicar a la química como una ciencia ligada al progreso de la sociedad humana.

La química crea sus propios objetos de estudio dentro de lo permitido por las leyes naturales. Hoy se puede afirmar que un profesional de las ciencias químicas ha intervenido en el proceso para desarrollar y producir los materiales con los cuales se fabricaron los bienes que disfruta la sociedad, como las pantallas de los dispositivos móviles, los combustibles que impulsan los cohetes espaciales o la síntesis de los medicamentos que combaten las enfermedades.

La industria química mundial alcanza un valor de 3 500 billones de dólares al año. De esa cantidad, la industria química farmacéutica representa un valor de 300 000 millones de dólares. En nuestro estado, las industrias basadas en el conocimiento químico se dedican al desarrollo y fabricación de fármacos, cosméticos y productos de cuidado personal. Si consideramos que la química está presente en casi todas las actividades humanas, es entendible que un gran porcentaje de la capacidad industrial de un país se base en dicho conocimiento.

Quienes nos dedicamos a la química entendemos que vivimos en un universo de moléculas y átomos organizados. Pero los objetos de estudio de la química no son fáciles de ver. Esto constituye un reto para la divulgación de las ciencias químicas. Hasta el momento, la mayoría de los intentos se basan en la plática magistral de algún experto o en la presentación de un experimento vistoso. Tales experiencias, si bien con fines loables, no logran reducir el impacto negativo de la ignorancia impuesta por los medios.

Es necesario un nuevo enfoque de la difusión de las ciencias, dirigido a despertar una visión científica de la realidad, el interés por buscar respuestas a través del método científico. Debemos mostrar a los ciudadanos qué respuestas ofrece la química a los problemas complejos que les aquejan en la vida diaria, como la contaminación, la escasez de agua limpia, la seguridad y calidad de los alimentos y la salud de la población. En estas se requiere la participación de todas las ramas del conocimiento, tal como lo estamos proponiendo en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. En su búsqueda la química juega un papel preponderante.


Por una humanidad culta

Ma. Yolanda Ríos Gómez
Directora del Centro de Investigaciones Químicas