Inventio
Vol. 21, núm. 53, 2025
doi: https://doi.org/10.30973/inventio/2025.21.53/8

Cuidados para la vida y el bien común: una propuesta de educación pública desde las ciencias de la complejidad

Care for life and the common good: a proposal for public education since the complexity sciences

Estela Roselló Soberón
orcid: 0000-0003-2159-6758, estela.rosello@gmail.com
Instituto de Investigaciones Históricas (iih)/Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

Patricia Peña González
orcid: 0009-0008-7938-2932, patpego12@unam.mx
Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

Aleida Rueda Rodríguez
orcid: 0000-0002-2646-8838, aleida.rueda@c3.unam.mx
Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

Romel Calero Ramos
orcid: 0000-0002-0032-7682, romel.calero@c3.unam.mx
Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

Marco Antonio Rosas Pullido
orcid: 0009-0008-4817-3070, marco.rosas@c3.unam.mx
Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

Julia Tagüeña Parga
orcid: 0000-0002-8312-285X, jtag@unam.mx
Instituto de Energías Renovables (ier), Centro de Ciencias de la Complejidad (c3), Universidad Nacional Autónoma de México (unam)

resumen

Los cuidados son una herramienta necesaria para la vida y las relaciones cotidianas. Se propone una reflexión sobre el concepto del cuidado y una perspectiva cuidadora en comunidades educativas, con el objetivo de promover una cultura de los cuidados orientada hacia el pensamiento crítico, el discernimiento moral, la responsabilidad y el compromiso social y comunitario. El proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común del Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) implementó, a través de una aplicación, encuestas en planteles de nivel medio superior y superior de la unam con el propósito de recabar datos que permitan el desarrollo de un modelo de comunidad cuidadora.

palabras clave

cuidados, aplicación, cuestionario, ciencias de la complejidad, educación públ

abstract

Care is a necessary tool for life and everyday relationships. A reflection on the concept of care is proposed and a caring perspective in educational communities, with the objective of promoting a culture of care oriented toward critical thinking, moral discernment, responsibility and social and community commitment. The project Care for Life and the Common Good of the Center for Complexity Sciences of the National Autonomous University of Mexico (unam) implemented, through an application, surveys at the secondary and higher levels of the unam with the purpose of collecting data that will allow for the development of a model of a caring community.

key words

care, application, questionary, complexity sciences, public education



Recepción: 24/10/24. Aceptación: 24/02/25. Publicación: 02/06/25.



Cuidar en el siglo xxi

Vivir en el siglo xxi significa enfrentar una realidad compleja, difícil de transitar en soledad. Nuestras sociedades contemporáneas se han convertido en lugares inhóspitos y hostiles donde la competencia, el individualismo egoísta, el desamparo, y el anhelo de éxito y riqueza material han dejado a las personas en un inmenso vacío existencial.1

En este panorama, es difícil hacer una pausa para pensar que el otro no es un enemigo, sino más bien un igual que merece el derecho de cuidar de sí, de que lo cuiden y de cuidar a quienes elija sin condicionamientos culturales y con los medios materiales e institucionales necesarios para hacerlo. Si algo nos une a todas las personas y seres que compartimos el planeta es que, en algún momento de nuestras vidas, todas y todos necesitamos ser cuidados y cuidar a otros.

En nuestros días, el concepto del cuidado o, mejor dicho, de los cuidados para la vida y el bien común, tendría que convertirse en el hito fundamental para caminar hacia un nuevo horizonte de esperanza.2 Especialmente en el sector educativo, tendría que plantearse una reflexión seria sobre el significado que tienen los diversos actores, desde autoridades hasta profesores, en el cuidar y ser cuidado, así como sobre el lugar que debe asumir la educación pública y privada en la transición hacia las sociedades de cuidados a la que han urgido organismos internacionales.3

Sin duda, la educación pública y privada de nuestro presente y de nuestro futuro podría hacer la gran diferencia si hiciera suyo el llamado de la politóloga feminista estadounidense Joan Tronto, quien desde hace más de treinta años ha insistido en la necesidad de “colocar al cuidado en el centro de la vida misma”.4 De acuerdo con Tronto, cuidar significa, en primer lugar, no dañar a nadie ni nada; mantener y prevenir (Fisher y Tronto, 1990, p. 40); en segundo lugar, cuidar es acompañar a sanar y a reparar aquello que ha sido herido, vulnerado o roto.

En ese sentido, en un mundo como el nuestro, tan necesitado de acciones solidarias y responsables para hacer frente a grandes desafíos y restaurar lo que se ha dañado, aprender a cuidar tendrá que ser sinónimo de aprender a habitar el mundo desde la compasión, la crítica constructiva y la consciencia plena de que mi vida tiene valor, sentido y significado en tanto que busca lo bueno no sólo para mí, sino también para mi comunidad y para los demás. Esto es lo que la nueva educación pública y privada con perspectiva cuidadora tendría que enseñar, en todos los niveles escolares y a lo largo de la vida de todas las personas que habitamos el mundo en este siglo xxi.

La pedagogía y los recintos educativos de los cuidados: hacia una posible definición

Tradicionalmente, los recintos escolares y educativos han sido, sobre todo, espacios de producción, transmisión y difusión de conocimientos básicos o especializados, donde las infancias y juventudes han asistido a aprender aritmética, geografía, biología, literatura, historia y otros saberes y disciplinas. Sin embargo, en nuestro siglo xxi, los recintos y comunidades escolares fungen cada día más, también, como espacios privilegiados para que millones de niñas y niños, adolescentes y jóvenes, reciban atención y cuidados por parte de maestros, tutores y otras personas que conviven con ellas y ellos en su vida escolar cotidiana.

En tanto comunidades cuidadoras, hoy las escuelas y los recintos académicos y universitarios deben brindar un nuevo tipo de educación que promueva una cultura de los cuidados capaz de orientar y dar sentido a las relaciones y vínculos cotidianos intraescolares o intrauniversitarios, pero, además, una cultura que, desde los espacios escolares, irradie conocimientos útiles para cuidar algo o a alguien, y que promueva los valores de la reciprocidad, corresponsabilidad e interdependencia.

En años recientes, muchos profesionales han comenzado a impulsar una nueva mirada para educar y formar a las nuevas generaciones más allá de la competitividad, la productividad o el objetivo de encontrar trabajo en la edad adulta (Aguado de la Obra, 2018, p. 11). Para los especialistas interesados en la educación con perspectiva en cuidados, ésta debe proveer a las personas de otras habilidades, competencias y capacidades mucho más vinculadas con el desarrollo del pensamiento crítico, del discernimiento moral, del compromiso social y comunitario, de la responsabilidad individual, que hacen posible, en primer lugar, cuidar de uno mismo (autocuidar) y, en segundo, poder brindar ayuda mutua y colaborar con la comunidad en la construcción de paz, salud, justicia, equidad y relaciones armónicas y recíprocas con la naturaleza.

Cuidar y ser cuidado son experiencias que vienen acompañadas de una constelación de sentimientos; por ello, pensar en una educación con perspectiva en cuidados debe brindar a las personas que cuidan y que son cuidadas las herramientas que les permitan identificar esas emociones y tener conciencia de la intimidad y la vulnerabilidad a las que, en ocasiones, las personas cuidadas quedan expuestas, para poder actuar de manera ética y responsable (Centro de Ciencias de la Complejidad [c3], 2024, sp).

Para la politóloga Joan Tronto, el cuidado mal entendido puede dar pie a muchas formas de control, dominación o agresión, que deben evitarse siempre (Igualdad de Género unam, 2023). Por ello, una educación en cuidados también debe brindar herramientas para saber poner ciertos límites, con el fin de evitar relaciones abusivas o violentas que, lejos de cuidar, generen daño y descuido entre las personas cuidadas y cuidadoras.

Programa de Cuidados para la Vida y el Bien Común del c3 de la unam

El grupo de investigación transdisciplinaria del proyecto universitario Cuidados para la Vida y el Bien Común del c3 de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) realiza actividades de investigación, docencia y difusión, y propone una educación pública y privada útil y de vanguardia para lograr la transformación hacia las sociedades del cuidado a la que han instado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal) y la Organización de las Naciones Unidas (onu) en muchos de sus foros y agendas internacionales más recientes.5 En el c3 confluye el trabajo de investigadores de diferentes disciplinas para enfrentar problemas complejos, compuestos de muchas partes que interactúan y cuya suma es más que las partes.6

El proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común parte de la premisa de que cuidar debe ser el pilar de una nueva epistemología que oriente la construcción del conocimiento humano en todos sus ámbitos, así como el eje de una nueva ética y una nueva cultura que pongan en el centro de la experiencia humana las acciones, vínculos y conductas de ayuda mutua y colaboración. Materializar esta premisa teórica en la realidad cotidiana universitaria tiene el objetivo de que las universidades y los recintos escolares de educación media superior del siglo xxi asuman la responsabilidad social que les corresponde en la generación de soluciones prácticas, de nuevos modelos de convivencia y orden social, así como en la producción de nuevas esperanzas en un mundo sin duda urgido de todo ello.

Este proyecto, cuya sede es el c3 de la unam, nació en 2021, con el objetivo de promover una nueva epistemología, una nueva cultura, una nueva ética y una nueva consciencia universitaria, en las que los cuidados estuvieran en el centro de nuestro quehacer académico, docente y socializador de conocimientos, como eje articulador de nuestra cultura cotidiana y de nuestra vida y convivencia comunitaria dentro de la universidad.7

El proyecto está en sintonía con lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco) estableció en 2022 como los tres principios básicos para la reinvención de la educación superior en el siglo xxi y para el futuro: 1) Adoptar enfoques metodológicos interdisciplinarios y transdisciplinarios que dejen atrás la parcelación del conocimiento; 2) Formar profesionales completos que también sean ciudadanos plenos, capaces de abordar de forma cooperativa situaciones complejas, y 3) Generar conocimientos útiles para enfrentar los retos, amenazas y desafíos del mundo actual, como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, los conflictos armados y la guerra, la desigualdad y el declive de las democracias (unesco, 2022).

En el caso específico de México, a esta lista de problemas globales habría que añadir situaciones propias de nuestra realidad nacional, como los múltiples tipos de violencias cotidianas —la de género ocupa un lugar predominante, si bien no es la única—, la pobreza, la impunidad, las tasas de desempleo entre población que cuenta con educación superior, la dificultad para acceder a los alimentos y al agua potable, la baja calidad de la educación pública, la discriminación y las malas condiciones del sistema de salud, que afectan, además, a las instituciones públicas de salud emocional y mental.

De esta manera, el proyecto de investigación Cuidados para la Vida y el Bien Común del c3 ofrece un modelo de educación pública y privada que está a la vanguardia educativa del nuevo milenio y que se alinea con el propósito de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (onu, sf), mediante la fuerza transformadora de una educación capaz de brindar rutas de acciones concretas para lograr el tránsito hacia una verdadera sociedad de cuidados. Para lograrlo, esta propuesta se basa en los presupuestos teórico-metodológicos del pensamiento de la complejidad social del filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, que, como se verá a continuación, buscan tender un puente entre la construcción de conocimientos teóricos con perspectiva en cuidados y su aplicación para transformar la realidad social.8

Los cuidados para la vida y el bien común desde la complejidad social

El proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común del c3 de la unam se basa en la definición teórica de Joan Tronto y Berenice Fisher, quienes, en 1990, publicaron su hoy clásico trabajo titulado Hacia una teoría feminista del cuidado. En este texto, ambas autoras definieron el cuidado como “toda actividad que incluye todo lo que hacemos para continuar, mantener y reparar nuestro mundo, de tal forma que podamos vivir en él lo mejor posible. Ese mundo incluye nuestros cuerpos, a nosotros mismos, a los otros y nuestro ambiente, todo lo cual está articulado en la compleja red que sostiene la vida” (Fisher y Tronto, 1990, p. 40).

Como es fácil advertir, en la definición teórica de Fisher y Tronto el cuidado sólo puede comprenderse como una realidad que surge dentro de un sistema complejo, en el que se entretejen vínculos, servicios, actitudes, disposiciones, trabajos, sensibilidades, valores y conductas específicas, situadas y contextualizadas, que dan origen a redes de interdependencia e interconexión de las cuales pende la posibilidad de sobrevivir, pero, sobre todo, de sobrevivir dignamente y bien.

Los cuidados para la vida y el bien común son un concepto que adquiere realidad y sentido dentro de una red específica y situada de prácticas, acciones, conocimientos, valores, instituciones, técnicas, hábitos, actores, espacios, relaciones emocionales, económicas, políticas, sociales y culturales favorables para producir bienestar y bien común. Si lo entendemos así, la única forma de estudiar qué significado tienen los cuidados en las sociedades del siglo xxi es mediante la metodología de la complejidad social que Morin desarrolló, con la intención de que los conocimientos teóricos fueran relevantes para la realidad e hicieran posible la transformación social, en beneficio de la vida, las sociedades y la naturaleza. En este sentido, no existe realidad humana más compleja que cuidar y ser cuidado, porque los cuidados entrelazan dimensiones difíciles de desentrañar si no es mediante el análisis complejo e interdisciplinario de los entramados que hacen posible esa interrelación.

Uno de los objetivos del proyecto mencionado es, por un lado, producir conocimientos teóricos en torno a los cuidados para la vida, el bien común y su significado y, por otro, aplicar esos conocimientos en la realidad de nuestras comunidades universitarias, específicamente, en una primera fase de investigación, en las comunidades de los colegios de Ciencias y Humanidades (cch) de la unam, con pilotajes previos en facultades e institutos, para lograr su transformación cultural y hacer de ellas comunidades modelo del cuidado.

El proyecto responde, en primer lugar, a algunos principios básicos del enfoque de Morin,9 en aspectos como la transdisciplinariedad, es decir, la articulación de un diálogo entre diferentes disciplinas y campos del conocimiento, con el objetivo de articular una reflexión integral sobre qué significa cuidar, ser cuidado y autocuidarse desde diferentes perspectivas, saberes, dimensiones y experiencias propias de nuestro presente global contemporáneo.

En segundo lugar, la investigación compleja sobre los cuidados para la vida y el bien común ha tomado en cuenta la subjetividad y las particularidades culturales, disciplinarias y de género de quienes conformamos este proyecto para saber desde qué sitio estamos produciendo el conocimiento que nos interesa. Al mismo tiempo, se ha puesto especial énfasis en la necesidad de tomar en cuenta la subjetividad de las personas que conforman las comunidades escolares en las que deseamos intervenir con investigación participativa, ya que esta subjetividad es una condición central para comprender la especificidad de sus necesidades de cuidados. En resumen, reconocer el peso de la subjetividad de quien investiga y del objeto de estudio —en este caso, de los miembros de las comunidades de la unam con las que trabajamos— significa reconocer y visibilizar las preocupaciones e intereses personales de donde parte nuestra investigación, así como visibilizar las necesidades, los intereses, los conflictos y las tensiones específicas, propias y particulares de los actores que forman parte del sistema o entramado de cuidados que se desea indagar en cada comunidad escolar.

Para Morin, la complejidad social de una realidad sólo puede reconstruirse al tomar en cuenta su multicausalidad y su multidimensionalidad. Como es fácil suponer, ninguna práctica, acción, hábito, vínculo o política cuidadora se genera por una sola causa, ni surge o se realiza desde una sola dimensión. El cuidado siempre implica ampliar la mirada, para tomar en cuenta la diversidad de factores, condiciones, actores y circunstancias involucradas en esa realidad. Sólo mediante el estudio y la comprensión de esta compleja red de causas e interconexión de dimensiones es que el cuidado se vuelve algo real y concreto. En nuestro caso particular, la investigación en cuidados que realizamos parte de un primer diagnóstico de las necesidades, vínculos, redes, servicios, sensibilidades e imaginarios vinculados con cualquier tipo de cuidado existente dentro de las comunidades escolares, con el propósito de identificar la multicausalidad y multidimensionalidad de las experiencias cuidadoras que se viven en cada uno de los planteles escolares.

Ahora bien, el estudio de toda realidad social puede abordarse al reconstruirla como un sistema complejo o red de vasos interconectados e interdependientes que obedecen a ciertas reglas, a cierto orden y a una cultura específica. Por ello, para poder comprender el funcionamiento de este sistema complejo es necesario desentrañar los hilos de la madeja y observar la manera en que éstos se entrecruzan e influyen unos sobre otros para dar origen a ese orden particular. De esta manera, la sistematización del universo de elementos, planos y dimensiones que conforman el sistema complejo de los planteles escolares es una de las condiciones indispensables para poder comprenderlo y explicarlo, para identificar sus principales problemas, conflictos y tensiones, así como pensar en soluciones útiles que hagan posible transformarlo en una comunidad modelo de cuidados, en donde rijan el bienestar y el bien común. De ahí que la producción de grandes bases de datos que permitan organizar los componentes, las dimensiones y los planos que dan vida a esos sistemas es condición esencial para el buen resultado de una investigación de esta envergadura. Es en la recopilación y elaboración de grandes bases de datos y en su manejo donde el c3 de la unam se vuelve imprescindible.

Con el objetivo de lograr lo anterior, varios integrantes del proyecto han dedicado meses de trabajo para elaborar un conjunto de primeros cuestionarios que arrojarán información de primera mano, a partir de las respuestas de estudiantes, maestras y maestros, funcionarios, autoridades y trabajadores de cada plantel.10 Estas encuestas se realizarán en estricto cumplimiento de las normativas de protección de datos personales, que serán anónimas y no pedirán ningún tipo de información que pueda comprometer la intimidad o la integridad de las personas que las contesten.11

Buzón Puma, una aplicación al servicio de los ciudadanos universitarios

El Buzón Puma es una aplicación digital (app) desarrollada en el c3 de la unam con el objetivo de facilitar la participación activa de la comunidad universitaria, a través del uso de dispositivos móviles o equipos de escritorio. El Buzón funciona como una herramienta de observación electrónica a través de la cual se pueden aplicar distintas encuestas para que la comunidad y autoridades universitarias tengan conocimiento de aspectos de interés en algún proyecto de investigación, como es el caso del proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común. El Buzón se creó de acuerdo con los estándares tecnológicos actuales y a partir de los recursos computacionales del c3; es de fácil y rápido acceso y, en algunos casos, preventivo, para que cualquier persona pueda interactuar de forma segura; además, es anónimo, voluntario y protege la confidencialidad del usuario.

Su diseño, atractivo y funcional, tanto en la aplicación como en el material de comunicación, es esencial para captar la atención de los usuarios y motivar su participación. Por ello, incorpora criterios ux (experiencia del usuario) y ui (interfaz del usuario) intuitivos, basados en los principios de la metodología del pensamiento de diseño (design thinking), que aseguran una experiencia fluida y facilitan el acceso a la información de manera clara y directa. La estética visual también refuerza la identidad del proyecto y transmite su propósito y valores, al conectar con los usuarios en el nivel emocional y práctico. Este enfoque es clave dentro del proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común del c3 de la unam, ya que permite tejer redes entre personas cuidadoras y cuidadas, lo que promueve la conciencia y la colaboración para construir una sociedad de cuidados. La aplicación Buzón Puma no sólo es una herramienta tecnológica sino un canal que, gracias a su comunicación visual y su diseño centrado en la experiencia del usuario, contribuye a recabar información clave y útil para movilizar a la comunidad y crear redes sólidas de apoyo y transformación social.

La información arrojada por las encuestas alimentará las bases de datos que, en un segundo momento, deberán analizarse para planear los siguientes pasos de la investigación participativa en cada comunidad escolar. Por ejemplo, se pueden elaborar etnografías o grupos focales que permitan conocer más a fondo las necesidades de cuidados específicos de cada plantel y, con ello, idear propuestas de acciones concretas y políticas de solución.

Gracias a la existencia de esta herramienta tecnológica y a la colaboración transdisciplinaria entre los dos proyectos del c3 —el Buzón Puma y el proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común—, se han hecho las tres primeras pruebas piloto de encuestas en espacios universitarios pequeños para probar su funcionalidad y garantizar buenos resultados en un levantamiento de datos posterior en los cch. La primera se realizó con dos grupos de estudiantes de licenciatura de la Facultad de Arquitectura en el campus Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México; la segunda, con un grupo de posgrado del Instituto de Energías Renovables en Temixco, Morelos, y la última, con dos grupos en el Plantel Oriente del cch. Las pruebas piloto permitieron detectar posibles fallas tecnológicas al descargar la aplicación, así como dificultades prácticas o en la redacción de las preguntas.

En los tres casos, el procedimiento para llevar a cabo las pruebas fue similar. Reunimos a varios estudiantes de un mismo nivel escolar en un salón de clases, donde un miembro de nuestro proyecto de investigación explicó los objetivos de éste y la manera en que se busca beneficiar, principalmente, a la comunidad estudiantil de la unam. Una vez que los estudiantes fueron sensibilizados con los objetivos del proyecto, se pidió que escanearan con su celular un código qr que los dirigía al cuestionario a responder. En los tres casos, los estudiantes lograron ver el cuestionario y responderlo en menos de veinte minutos. En el primer caso, en noviembre de 2023, se presentaron algunos problemas de tipo técnico que los investigadores del proyecto Buzón Puma pudieron atender y resolver. En la segunda prueba, en junio de 2024, los estudiantes escanearon el código qr y respondieron el cuestionario con facilidad. En el último, expresaron que el cuestionario era demasiado largo, lo que fue de gran utilidad para afinar y reducir el número de preguntas.

Después de estas experiencias, que demostraron que la sinergia entre Buzón Puma y el proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común es funcional, se llevó a cabo el levantamiento de las encuestas en un primer cch —Plantel Oriente— a partir de octubre de 2024. En este caso, se aplicó el cuestionario vía remota y, con ello, inició la fase de sistematización de la información en bases de datos que se almacenarán también en el c3. Éstos serán materiales clave para evaluar la situación actual del cch y para definir los programas de intervención participativa para la tercera fase del proyecto de cuidados, en la que se trabajará con la comunidad escolar para construir un modelo de comunidad cuidadora, replicable en otras universidades y planteles escolares de otros niveles educativos. La experiencia en el uso y aplicación del Buzón Puma para este proyecto también ofrecerá información para su posible aplicación en el análisis de otros problemas y su potencial uso por otras universidades del país.

Para concluir

Frente a las crisis e incertidumbres que atraviesan a nuestras sociedades, la investigación en complejidad social es una de las principales demandas de la época contemporánea. En esa demanda, los niveles escolares tienen una gran responsabilidad moral y social que atender para garantizar transformaciones que realmente incidan en nuestras sociedades en crisis.

Sólo una educación pensada desde la complejidad puede ofrecer al mundo la posibilidad de construir conocimientos teóricos que se puedan poner al servicio de la realidad, para generar sociedades más justas, equitativas, sanas, incluyentes, sostenibles y pacíficas. Por ello es indispensable que, desde el preescolar hasta la universidad, se promueva la colaboración y el diálogo transdisciplinario, así como el uso de innovaciones tecnológicas para tomar decisiones informadas y crear políticas públicas útiles en beneficio del bien común. En este ámbito, el c3 de la unam asume su compromiso y responsabilidad social de producir conocimientos relevantes que, desde el diálogo entre disciplinas, pueden atender problemas que requieren soluciones urgentes en nuestras sociedades globales. El trabajo conjunto entre el proyecto Cuidados para la Vida y el Bien Común y del Buzón Puma son muestra de ello.

En alguno de sus bellísimos textos, la escritora española Irene Vallejo recordaba cómo, ya en la antigüedad romana, el filósofo Séneca señalaba que “Nadie tiene una vida feliz si lo vuelve todo a sus fines” (Vallejo, 2023, sp). Cuenta Vallejo que, en alguna de sus cartas a Lucilo, el sabio de origen cordobés describía la convivencia humana como “una arquitectura del cuidado”, ya que “la sociedad se parece a una bóveda que se desplomaría si unas piedras no sujetaran a otras, ya que ésta sólo se sostiene gracias al apoyo mutuo” (2023, sp). A partir de los pensamientos que Séneca expresara en el siglo i d.C., Vallejo, en pleno siglo xxi, nos recuerda que, en efecto, no somos islas sino hilos entretejidos (2023, sp). Y es allí, en esa urdimbre de vulnerabilidades, necesidades de ayuda y compañía mutua, emociones, trabajos cotidianos y corresponsabilidades, que el proyecto de investigación compleja de Cuidados para la Vida y el Bien Común, junto con la tecnología necesaria para su desarrollo, busca contribuir, desde la academia, la docencia y la acción comunitaria universitaria, para mostrar cómo la colaboración de las instituciones educativas con los estados y el compromiso de las primeras con la sociedad serán dos piezas clave en la construcción de nuevas sociedades y ciudadanías del cuidado, donde los seres que habitamos la Tierra encontremos un lugar bueno y digno para todas y todos.

Agradecimientos

Este artículo fue posible gracias a los proyectos Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica Buzón Puma: Canal de Observación Electrónico para Conflictos Sociales, in307023, y Cuidados para la Vida y el Bien Común. Por una Universidad de Cuidados, ig300424, de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la unam.



Notas

1 De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (oms, 2023), un 5% de los adultos tienen depresión, aproximadamente.

2 El concepto de horizonte de esperanza lo acuñó el historiador cultural Peter Burke, quien explica en su artículo Does Hope have a History? que cada época construye su propio horizonte de esperanzas (Burke, 2012, p. 212).

3 Sobre la urgencia de transitar hacia sociedades de cuidados, véase Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal, 2021).

4 Nuestro proyecto se ha estructurado, en gran medida, en torno a las ideas políticas de Joan Tronto, quien, en muchas de sus obras clásicas, entrevistas y conferencias públicas, ha señalado la necesidad de poner el cuidado en el centro de la vida política. Sobre el tema, consultar Tronto (2024).

5 Son muchos los documentos en los que la Organización de las Naciones Unidas (onu) habla de la importancia que tiene el cuidado en la reproducción de la economía y la vida misma. Para un resumen de la perspectiva de las Naciones Unidas sobre el concepto de sociedad del cuidado, consultar onu (2024).

6 Ciencias de la Complejidad, https://www.c3.unam.mx/

7 El proyecto de Cuidados para la Vida y el Bien Común está integrado por Ma. Teresa Álvarez-Icaza, Pedro Álvarez-Icaza, Rocío Amador, Alfredo Ávila, Manolo Cocho, Ángeles Blas, Karla Burgueño, Alejandra Ceja, María Teresa Bravo, Mercedes de Agüero, Marta Ferreyra, Meztli Gasca, Rafael González, Hugo Garciamarín, Pilar Gilardi, Martha González, Virginia Guedea, Israel Hernández, Luis E. Huacuz, Itzcóatl Jacinto, Lourdes Jiménez, Benjamín Juárez, Tamara Martínez, Mónica Mendoza, Sandra Lorenzano, Leticia Merino, Patricia Peña, Judith Pérez, Abelardo Pérez, Asunción Pineda, Elena Pigennut, Marisol Rivero, Sofía Rodríguez, Marco Rosas, Aleida Rueda, Paulina Uribe, Julia Tagüeña, Janneth Trejo y Alethia Vargas.

8 Para Morin, la finalidad de construir conocimiento complejo es la acción capaz de transformar realidades sociales y resolver problemas de la realidad. Sobre la importancia que tiene la acción en el pensamiento de la complejidad de este autor, véase Morin (1994).

9 Para una síntesis de esta propuesta metodológica, consultar Morin (1998).

10 A la cabeza del diseño de la encuesta estuvieron Itzcóatl Jacinto y Judith Pérez, ambos investigadores de la unam.

11 Tanto la metodología de la aplicación de las encuestas para realizar diagnósticos sobre la cultura de los cuidados como las preguntas de éstas fueron aprobadas por el Comité de Ética de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (enes), Unidad Mérida, cuyas integrantes revisaron que la aplicación digital (app) cumpliera con todas las normas de protección de datos y confidencialidad de las personas participantes. Agradecemos al comité su colaboración con nuestro proyecto.



Referencias

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Burke, P. (2012). Does Hope have a History? Estudos Avançados, 26(75), 207-218. https://www.scielo.br/j/ea/a/SCJNStgyxZkvbC5xfChgXhp/?format=pdf&lang=en

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Fisher, B. y Tronto, J. C. (1990). Toward a feminist theory of caring. En E. K. Abel y M. K. Nelson (eds.), Circles of care. Work and identity in women’s lives (pp. 35-62). State University of New York Press. https://books.google.com.mx/books?id=OJUB93vFTuwC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

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