♦ Érika Román Montes de Oca
uaem, Cuernavaca, 2016, 208 páginas
isbn: 978-607-8434-95-4
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La obra titulada La milpa amatleca como estrategia de vida es un trabajo que se ocupa de mostrar la importancia cultural y económica que tiene la producción de la milpa y del maíz en la comunidad de Amatlán de Quetzalcóatl, municipio de Tepoztlán, en el estado de Morelos.
Para presentar el objetivo del trabajo, en el prólogo se formula una serie de interrogantes que plantean el problema central de la obra: “¿Por qué es importante para ellos (los campesinos) seguir sembrando la milpa si no es rentable? ¿Acaso esta actividad ha sido parte de los procesos que los han conformado como grupos sociales, a lo largo de su historia y de las grandes transformaciones en sus formas de vida, producción y reproducción? ¿Por qué en los últimos años los campesinos han optado por fortalecer sus cultivos maiceros con destinos para el autoabasto, y para venta del excedente ya no? ¿Acaso será como respuesta a las difíciles condiciones que las políticas neoliberales les han impuesto?”.1
Estas preguntas reflejan el interés por explicar las relaciones que existen entre los campesinos, la actividad agrícola, la reproducción social y la historia de la comunidad. Todo ello sin perder de vista que esto sucede en el siglo xxi, en que las políticas neoliberales exigen un cambio de modelo productivo a través de transformaciones bioculturales y con la imposición de condiciones orientadas a la producción de excedentes y a maximizar retribuciones económicas sin considerar los costos ambientales o sociales que esto pueda traer.
Para responder esas interrogantes la autora elabora un hilo teórico en el que describe el conjunto de categorías analíticas que utiliza para sustentar su trabajo; recurre a datos estadísticos que le permitieron elaborar una radiografía que da cuenta de la importancia que tiene el cultivo del maíz en la vida agrícola del México contemporáneo (análisis cuantitativo), y se aventura a conocer y describir lo que sucede en la realidad y cotidianidad de la vida campesina maicera amatleca, en un municipio del estado de Morelos (análisis cualitativo).
Uno de los aportes que realiza esta investigación se centra en la reivindicación de la agricultura tradicional, la cual es entendida por la autora como el uso mínimo de tecnología que combina métodos de producción modernos con tradicionales, que permiten mejorar la calidad y el rendimiento del cultivo de maíz. Al incorporar esta dimensión, la propuesta es revalorizar el conocimiento campesino, adaptar tecnología a condiciones geográficas, sociales, económicas y productivas, contemplando la especificidad, y rescatar los alimentos tradicionales.
En la introducción del libro se presenta el objetivo central de la obra y las preguntas que guían a la autora para responderlas. Este apartado muestra las herramientas metodológicas que se utilizaron para la recopilación de los datos en campo.
El capítulo denominado “Base conceptual” describe los elementos teóricos que se utilizaron para dar sustento a la investigación realizada en campo. Esto se logra a través de la articulación de categorías analíticas que abordan lo que es la cultura campesina, la función del campesinado en la sociedad, cómo logra éste su permanencia en el tiempo y el papel que tiene la milpa en el proceso de persistencia de la cultura campesina milpera.
En el apartado titulado “Panorama del maíz”, la autora recopila información estadística que muestra la importancia de la producción de maíz en el contexto nacional, estatal, municipal y local. En este proceso incluye la función que desempeñan los programas de gobierno, que promueven programas asistencialistas pero que no necesariamente incrementan la productividad o mejoran la calidad de vida de los productores de maíz.
El tercer capítulo, “Amatlán de Quetzalcóatl y su gente”, describe la localización de la comunidad en la que se centra la investigación, la memoria histórica, los datos demográficos, actividades económicas no agrícolas y otros elementos que dan a conocer los elementos que le dan vida a la comunidad y que forman parte del flujo de la vida social.
“Trabajo agrícola y relatos de la familia amatleca”, capítulo cuatro, contiene la descripción de las actividades agrícolas que realizan los campesinos maiceros de Amatlán (preparación de la tierra, siembra, laboreadas, cosecha, selección de la semilla y almacenamiento de ésta), proceso que permite la reproducción social maicera, el cual se encuentra permeado de conocimientos tradicionales que han logrado persistir a lo largo del tiempo a través de la transmisión oral.
El capítulo “Destino de la milpa” permite al lector conocer los usos que los amatlecos hacen del maíz, pues éste no sólo es utilizado para elaborar tortillas, sino que además se obtienen de él infinidad de variedades de tamales o, por ejemplo, el de menor calidad puede emplearse como alimento para ganado, mientras que de la planta pueden obtenerse remedios medicinales o insumos combustibles para el fogón.
En las conclusiones, la autora señala que la vida campesina en Amatlán de Quetzalcóatl gira en torno al cultivo del maíz, actividad que se encuentra reforzada por el desarrollo de otras actividades económicas que permiten una parte de esta persistencia, mientras que la otra parte tiene que ver con la memoria histórica, la cual se difunde a través de los mitos, las leyendas, los rituales y la transmisión de conocimiento oral.
El libro La milpa amatleca como estrategia de vida ofrece al lector la posibilidad de acercarse y conocer una de las realidades que forman parte de la cotidianidad de los campesinos morelenses, en particular la que se centra en el cultivo del maíz y de la milpa.
Luis Enrique Parral Quintero
Profesor de Asignatura, Universidad Autónoma de la Ciudad de México (uacm)
1 Elsa Guzmán Gómez, “Prólogo”, Érika Román Montes de Oca, La milpa amatleca como estrategia de vida, uaem, Cuernavaca, 2016, pp. 14-15, https://bit.ly/2Jgu1e1