Inventio
Vol. 20, núm. 51, 2024
doi: http://doi.org/inventio/10.30973/2024.20.51/9

Retos del reconocimiento de la identidad afrodescendiente en Morelos

Challenges to the recognition of the Afro-descendant identity in Morelos

Fabiola Meléndez Guadarrama
orcid: 0009-0002-9784-2302, fabiola.melendez@uaem.mx
Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales (cicser), Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)

resumen

En este artículo se abordan las complejidades sociales y políticas de las personas afrodescendientes en Yautepec, Morelos. Las principales problemáticas que afectan a las comunidades afromexicanas son el acceso a derechos, los criterios institucionales regidos por la identidad nacional mexicana, su representación en los libros de texto, el racismo, la discriminación y los prejuicios a los que se enfrentan en escenarios como la escuela, y su inclusión bajo el discurso de la interculturalidad. Es necesario impulsar el reconocimiento de las personas afrodescendientes a partir de proyectos que, desde una perspectiva interdisciplinar e integral de derechos, promuevan el desarrollo comunitario de la población afrodescendiente en Morelos.

palabras clave

afrodescendiente, discriminación, racialización, Morelos, intercultural, identidad

abstract

This article addresses the social and political complexities of Afrodescendant people in Yautepec, Morelos. The main problems affecting Afro-Mexican communities are access to rights, the institutional criteria governed by Mexican national identity, their representation in textbooks, racism, discrimination and prejudices they face in scenarios such as school and their inclusion under the discourse of interculturality. It is necessary to promote the recognition of Afro-descendant people from projects that, from an interdisciplinary and comprehensive rights perspective, promote community development of the Afro-descendant population in Morelos.

key words

afrodescendant, discrimination, racialization, Morelos, intercultural, identity



Recepción: 20/06/24. Aceptación: 15/01/25. Publicación: 02/04/25.



¡Oh, cuerpo mío, haz de mí, siempre, un hombre que interrogue!

Frantz Fanon, Pieles Negras, máscaras blancas


Nos encontramos en el cierre del Decenio Internacional de las Poblaciones Afrodescendientes, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (onu) entre 2015 y 2024, que llevó por lema Reconocimiento, Justicia y Desarrollo. Si bien en México existen avances en materia de acceso a derechos para las comunidades afromexicanas, éstos aún no son tangibles en el estado de Morelos. La pregunta acerca de quiénes son los afromorelenses aún no logra afianzarse en esta entidad, debido a una visión monocultural del Estado que identifica la afrodescendencia como algo vinculado al cuerpo negro no local, de no pertenencia.

Este trabajo aborda las complejidades en la construcción de la etnia negra afromorelense, que surge a partir de la lucha del movimiento afromexicano proveniente de las regiones de la Costa Chica y de la Costa, en los estados de Guerrero y Oaxaca, respectivamente (figura 1) (Velázquez e Iturralde Nieto, 2016, p. 22),1 desde donde se ha logrado consolidar a nivel constitucional2 una etnicidad diferenciada de la etnicidad indígena frente al Estado-nación mexicano. Lo anterior, entre otras estrategias, se ha apoyado en una performatividad artística y cultural global.

Es importante reconocer que la afromexicanidad es una identidad emergente, derivada de un proceso de etnogénesis3

que ha fusionado tradiciones culturales globales de identidad, como los trenzados y turbantes, así como tradiciones regionales, como la Danza de los Diablos de la Costa Chica, que ha destacado entre las expresiones culturales contemporáneas afromexicanas. Como parte de esta etnogénesis, la afromorelense aparece de manera compleja, pues, en un sentido estricto, ser afromorelense representa el orgullo de pertenecer a un pueblo inexistente en términos de reconocimiento estatal, pero vivo y en proceso de estructuración.

Es decir, estamos viviendo un reacomodo de prácticas culturales, económicas y políticas, ordenadas por un relato histórico nacional e internacional y ancladas a definiciones recientes del ser afromexicano, como parte una de las poblaciones afrodescendientes que habitan en el país, cuya característica principal es haber nacido en el territorio nacional o haberse nacionalizado mexicano y mantener un vínculo global con el resto de las afrodescendencias del mundo, con base en la referencia a la ancestralidad africana.

No hay que olvidar que, cuando hablamos de afromexicanos, nos encontramos con un relato contrahegemónico de la identidad nacional mexicana, esto es, de la identidad homogeneizante del mestizaje que se constituyó desde el Estado como referente ideológico de unidad nacional en los años veinte del siglo pasado, durante el periodo posrevolucionario. Este relato se apoyó en el proyecto educativo desarrollado por José Vasconcelos en el arte y la cultura, cuyas ideas quedaron registradas en el libro La raza cósmica. Aunque lo que Vasconcelos trataba de hacer en su momento era unificar a la población mexicana, a la distancia de un siglo reconocemos un evidente discurso jerarquizante de los grupos entorno al concepto de razas, pues hoy sabemos que las razas humanas no existen4 y que, en realidad, son una construcción histórica que se ha usado para justificar la dominación de unos pueblos o de unos sectores de la población sobre otros, lo que ha provocado históricos de desigualdad importantes.

Figuras 1
Población afrodescendiente en la costa de Guerrero y Oaxaca

Fuente: modificado de Velázquez e Iturralde Nieto (2016, p. 21).

Racialización del cuerpo negro

El concepto de cuerpo racializado negro se refiere a las formas en que los individuos negros son marcados, deshumanizados y marginados en función de su raza. Este proceso está profundamente arraigado en los legados históricos de la esclavitud, el colonialismo y el racismo sistémico, que han perpetuado estereotipos y dinámicas de poder dañinos, como las desigualdades económicas y sociales que hoy enfrentan las poblaciones afrodescendientes en el mundo.

Para hablar de la jerarquización del cuerpo blanco sobre el negro debemos remontarnos al discurso colonial. Frantz Fanon, en su aún vigente obra Piel negra, máscaras blancas (2017 [1952]), llama a confrontar los prejuicios y desigualdades arraigados que dan forma a nuestra comprensión de nosotros mismos y de los demás, profundizando en las complejidades de la identidad, la raza y el colonialismo, así como en sus hondas huellas en la vida de las personas.

Para Fanon, ser negro es ubicarse en una zona de no ser, frente a una sociedad que lo excluye. Para poder dimensionar lo que ha significado la batalla de ser negro, en México durante siglos se ha buscado borrar lo negro del relato oficial del Estado o enunciarlo bajo el relato de la extranjería. Esta extranjería se expresa “elaborada desde los medios de comunicación masivos, en momentos clave como el vivido en torno al Cine de Oro mexicano (años treinta hasta los cincuenta), donde los ‘negros’ eran los ‘otros’, los no mexicanos, los extranjeros, los cuales muchas veces fueron representados como seres exóticos provenientes de Cuba” (Meléndez, 2023b, p. 162).

Racismo escolar en la representación de la afrodescendencia en México

En este punto es preciso pensar en conjunto conceptos como los de identidad, alteridad y etnicidad en tanto representaciones de la realidad, a través de distintos dispositivos pedagógicos, como los museos y los libros de texto de la educación básica

Cristina Masferrer (2019) ha estudiado cómo, antes de la llegada de la Nueva Escuela Mexicana (nem), la Reforma Integral de la Educación Básica, a través de sus textos escolares, generó una representación racista de la afrodescendencia, provocando con ello prácticas racistas entre los docentes. De acuerdo con Michael Billig, “en una sociedad cuya ideología oficial es racista, las personas más instruidas podrían convertirse en los guardianes de esta ideología” (1986, p. 593).

Fue bajo esta línea que Masferrer trabajó con docentes de la Costa Chica para buscar entender cómo se da la representación del cuerpo negro en el aula de primaria. En sus resultados destacaron prejuicios basados en el color de piel y la denominación de la raza negra como un componente negativo en el rendimiento escolar, pues algunos docentes afirmaron, según Masferrer, que los niños negros son menos inteligentes. Estos prejuicios, sin duda, son una alerta del trato discriminatorio en el aula (Masferrer León, 2019).

Por otro lado, en su tesis doctoral, María Dolores Ballesteros expone cómo el libro de texto de educación secundaria en México es un eje en la construcción de identidades, y, en ese sentido, en el uso del pasado como protagonista de éstas. De esta forma, el libro de texto se convierte en la arena en la que los distintos actores luchan por controlar el discurso, defendiendo sus distintos capitales ante la necesidad siempre presente del cambio (Ballesteros Páez, 2014). Según Foucault, el discurso del libro de texto “no es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y por medio de lo cual, se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse” (1987, p. 12).

En los años ochenta, expertos como Carmen Luke, Suzanne de Castell y Allan Luke señalaron la existencia de un cierto misterio sobre lo que sucede con el texto utilizado en el aula, es decir, que la forma en que los estudiantes aprenden un texto depende en gran medida de cómo se enseña de manera específica (De Castell et al., 1986). A pesar de la gran controversia que hemos visto recientemente sobre la participación de la nem en la producción de libros, todavía es muy poca la información sobre lo que los profesores hacen con ellos en el aula, así como la atención que se le da a los actores involucrados.

Crítica de la interculturalidad o falsa inclusión

La respuesta del Estado mexicano para la inclusión ha sido, desde los años ochenta del siglo pasado, la multiculturalidad, a través de una mercantilización del discurso de la diferencia. Ésta se basa en una filosofía de neutralización y despolitización de las demandas, con el fin de reconocerlas desde una perspectiva folklorizada para, con ello, dar salida a políticas de turistificación y gentrificación de los territorios y discursos de los sectores indígenas y afrodescendientes.

Claudia Briones ha señalado postulados que podrían leerse como una trama y falsa inclusión de estas políticas multiculturales, pues señala que: “Al defender prácticas y saberes desde nociones de patrimonio y propiedad intelectual [esto] conlleva para los pueblos indígenas el riesgo de transformar también su espiritualidad en mercancía” (2005, p. 13).

En cuanto a los pueblos afrodescendientes, el temor a la folklorización aún está latente, pues, como se ha mencionado, el referente cultural se ha vuelto un eje del discurso político. Aquí destaco uno de los emblemas de la performatividad del movimiento afromexicano: la Danza de los Diablos.

Al respecto, Varela Huerta (2017) desarrolló una lectura crítica de los usos políticos del pasado a través de esta danza, que da cuenta de un pasado esclavista o cimarrón, de una identidad construida a través de las pistas de la diferencia en su color, así como de la estigmatización mediante la cual esos pueblos han sido históricamente alterizados a través de la enunciación de ciertas virtudes, como la fuerza y la seducción, y de sus defectos, como la violencia y la pereza.

Señala Varela (2017) que la fuerza de la danza produce una diferencia étnica visible y exportable en los espacios de exhibición política, que le da una visibilidad, al mismo tiempo que cobra sentido la enunciación del negro afromexicano, al abrir espacios no sólo para las organizaciones sino para el gran espectro de actores del movimiento afromexicano más allá de las fronteras de la Costa Chica.

Enunciación etnopolítica afrodescendiente en Morelos: caso Paracas, Yautepec

El Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi) arrojó una visibilidad estadística afrodescendiente en el estado de Morelos de 1.9% del total, esto es, 38,331 personas, que por “sus costumbres y tradiciones se considera afromexicano, negro o afrodescendiente” (inegi, 2024, p. ix) (anexo 1), lo cual ubica a Yautepec como el cuarto municipio con mayor presencia afrodescendiente en esta entidad (3,056 personas) (Meléndez, 2023a).

Consideramos que la autoadscripción afro en Morelos, aunque aún es baja, se ha ido fortaleciendo con ecos de la enunciación etnopolítica afromexicana nacional, pues se registra la presencia de población proveniente de la cuna del movimiento negro afromexicano, es decir, de distintos poblados de la Costa Chica guerrerense, como Cuajinicuilapa y San Nicolás.5 En específico, me refiero a la comunidad afroindígena de Paracas,6 Yautepec, donde la categoría de enunciación colectiva es la de negro, que reviste significados ambivalentes al ser enunciada de manera interna o externa, es decir, puede usarse como insulto, como una forma cariñosa de racismo encubierto que alude a una infantilización de los sujetos, pero también puede ser referida por algunas organizaciones políticas para destacar el orgullo racial que da sentido a una colectividad.

Así lo señala doña Sergia Hernández, mejor conocida como La Tía Bertha, quien nos cuenta que cuando toma un taxi del centro de Yautepec a la colonia Paracas, donde vive, los taxistas le preguntan si se dirige a “la calle de las negras”, y ella, sin reparo, les contesta que “sí, y a mucha honra” (Red Afro de Mujeres Afromorelenses [redafromam], 2024a). Es justo en estos relatos acerca de los microrracismos cotidianos donde ubicamos las batallas y resistencias de las mujeres afromorelenses que siguen siendo invisibles para la sociedad morelense.

La Tía Bertha es originaria de San Nicolás, Guerrero, pero sus hijos y nietos nacieron en la Paracas. Ella tiene ya más de treinta años viviendo ahí, pero le siguen preguntando de dónde es. La comunidad de Paracas es multicultural. Hay personas provenientes de diferentes lugares del país, como Morelia, Pinotepa Nacional, la región del Alto Balsas, pero en específico se concentran personas que llegaron de la Costa Chica guerrerense, por lo que es notorio ver caminando por sus calles a mujeres, jóvenes, niños y hombres negros racializados. Es por ello que resulta contradictorio como esta amplia visibilidad del cuerpo negro en comunidades como la de Paracas, que está atravesada por fuertes marcas de discriminación racial, sea tan profundamente invisibilizada por las autoridades e instituciones en la cotidianidad morelense.

Por otro lado, destaca la agencia de las personas negras afromorelenses, pues si bien el concepto de afrodescendiente aún está en construcción, el referente de la negritud se ha resignificado en un sentido de orgullo local. Además, si analizamos esta marca del lenguaje sobre el cuerpo racializado negro desde la perspectiva de Judith Butler, reconocemos que el insulto al cuerpo negro da una posibilidad de existencia social: “[…] por lo tanto, puede parecer que la alocución insultante fija o paraliza aquel al que se dirige, pero también abre posibilidades […] la palabra ofensiva corre el riego de introducir al sujeto en el lenguaje, de modo que el sujeto llega a usar ese lenguaje para hacer frente a este nombre ofensivo" (Butler, 2004, p. 17). El problema de la denominación para las poblaciones afromorelenses, entonces, no está en el uso de la palabra negro, sino en el uso de las otras formas de llamar a esta población, como afrodescendiente o afroindígena, pues esto aún no tiene un significado en términos jurídicos y, como se decía al principio de este texto, hablar de afromorelenses aún es algo imaginado.

Figuras 2
Resultados del Taller de Muñecas Negras

Doña Cande, infancias de Paracas y practicantes de la Facultad de Psicología en el afrolab-uaem, abril de 2024.
Fotografías y coordinación de la actividad: Fabiola Meléndez Guadarrama.

Figuras 3
Inauguración de la Minibiblioteca Comunitaria Infantil de Afro Paracas

Fotografías y coordinación de la actividad: Fabiola Meléndez Guadarrama, septiembre de 2024.

Trabajo con infancias afroindígenas en Paracas

Sobre el mismo punto de enunciación, destacan los resultados del trabajo comunitario realizado con las infancias afroindígenas7 de Paracas, como parte del proyecto afrolab-uaem. Investigación e Intervención a favor de la Inclusión Afrodescendiente en México.

Este trabajo se llevó a cabo con el apoyo de practicantes de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem), en conjunto con el Comité de Obra de la capilla La Presentación de María, a partir de una serie de provocaciones en territorio para problematizar aspectos de discriminación racial con infancias, como algunos talleres de cuentos afrocentrados que destacan la herencia e historia africana del color de piel café y negra y del cabello rizado.

A partir del trabajo con niñas y niños en edades de entre cuatro y doce años, se elaboraron productos como muñecas negras, mapas de sueños y dibujos de identidad en territorio (figura 2, p. 7), todo ello reforzado con la gestión de una minibiblioteca comunitaria infantil afrocentrada, la cual opera en la comunidad desde agosto de 2024 (figura 3) (redafromam, 2024b).

El trabajo con infancias es prometedor porque se cuestionan las narrativas racistas en torno a tener la piel de color café, que hasta ahora pueden revisarse desde otro lugar. Hay que recordar que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Discriminación en México de 2022 (inegi, 2022), entre la población infantil, 11.5% de las niñas y niños de nueve a once años declararon que no aceptarían tener amistad con una persona indígena y 9.5% con una persona afrodescendiente. Para ambos grupos, los niños muestran un mayor grado de rechazo con respecto a las niñas. En ambos casos, una explicación de este rechazo también se asocia a un nivel socioeconómico bajo.

Pobreza y desigualdad

Reconocemos como un problema del Estado la poca o nula capacidad que éste ha tenido para voltear a ver las realidades de pobreza y desigualdad con perspectiva étnico-racial que se viven en Morelos. De acuerdo con el inegi (2017), la población afrodescendiente en Morelos es la que presenta un menor grado de escolaridad, con sólo siete años de estudio, lo que significa que no logra entrar al segundo año de secundaria. Este estado, junto con Oaxaca, es una de las entidades con mayor rezago educativo. Ambos indicadores nos hablan de la importancia no sólo del acceso sino también de la permanencia en el sistema educativo de las poblaciones afro en Morelos, las cuales deben ser atendidas.

Con base en estos diagnósticos de desigualdad, se impulsó el trabajo territorial en coordinación con una academia antirracista y con el apoyo de estudiantes de las licenciaturas en Gestión para el Desarrollo Regional y en Psicología de la uaem. Junto con ellos se llevaron a cabo proyectos para promover el desarrollo comunitario, a través de emprendimientos con perspectiva interdisciplinaria, como el taller de jabones que se impartió a mujeres de entre veinticinco y cincuenta años, con quienes se compartió la idea del marketing territorial que fue aplicada en el Festival Afro Paracas, realizado el 16 de mayo de 2024, bajo la organización del afrolab-uaem (Meléndez, 2024).

Un ejemplo de este tipo de promoción fue la mención de éstas y otras actividades de la redafromam en Paracas en la videocolumna de la académica y analista política Violeta Vázquez Rojas, titulada África en Morelos (Vázquez-Rojas Maldonado, 2024). Se pudo observar que, en sólo seis meses —de enero a junio de 2024—, se alcanzaron más de once mil vistas de la videocolumna, la cual, de acuerdo con los comentarios, generó interés por conocer esta comunidad por su identidad afroindígena. Por lo anterior, se ha insistido en la importancia de seguir visibilizando las herencias culturales e impulsarlas como un eje para el desarrollo. Si bien este trabajo aún está en proceso, los temas han causado mucho interés y creemos relevante seguirlos pensando desde una perspectiva integral de derechos.

Uno de los problemas que existen en Morelos respecto al acceso a derechos de las comunidades afro son los criterios institucionales que buscan extrapolar el concepto de comunidad de los grupos indígenas a los afromorelenses. Pese a ello, se ha impulsado el derecho al reconocimiento desde la restitución de las identidades afrodescendientes con distintas actividades, como el mencionado Festival Afro Paracas.

Este festival contó con el apoyo de la compañía de danza Dos Raíces, quienes interpretaron una versión corta de su programa Raíces negras (Meléndez, 2024), que incluyó la presentación de danzas chilenas y de la emblemática Danza de los Diablos. Esta última tuvo una amplia aceptación entre la comunidad, que se reflejó en frases como: “Esa danza sí la conozco porque es de mi pueblo”, “Yo sí la he bailado porque soy de por allá”, y “No la conocía, pero me gustó mucho”. Estos testimonios son parte de lo que, en términos de interculturalidad, se necesita seguir impulsando en las territorialidades afro y mestizas de Morelos (figura 4).

De igual manera, con los talleres de pintura se buscó trabajar temas como el derecho a la identidad. Los logros del proyecto Cartografías de la Presencia Afrodescendiente en Morelos, como el Mural de la Ancestralidad Afromorelense8 (figura 5) y el Decálogo de Derechos Afromorelenses (anexo 1) (Meléndez, 2023a), trabajado de manera comunitaria en territorio, destacan la importancia de la representación digna de la negritud y de una herencia histórica africana, bajo la idea de la reparación histórica.

Figuras 4
Festival Cultural Afro Paracas

Trabajo con estudiantes de la Licenciatura en Gestión para el Desarrollo Regional y practicantes de la Licenciatura en Psicología en el afrolab-uaem.
Fotografías y coordinación de la actividad: Fabiola Meléndez Guadarrama, 16 de mayo de 2024.

Figuras 5
Mural Ancestralidad afromorelense

Este mural se localiza en la colonia Paracas, municipio de Yautepec, Morelos. Fue realizado como parte del proyecto Cartografías de la Presencia Afrodescendiente en Morelos, apoyado por el inpi, 2023.
Coordinación del proyecto: Fabiola Meléndez Guadarrama. Fotografía: Sergio Meléndez.

Conclusiones

Entre los retos para el reconocimiento de las identidades afrodescendientes en Morelos, se requiere acabar con la visión folklorizada y monocultural del Estado sobre los grupos étnicos, para abrirse a un abanico de afrodescendencias en plural, tanto históricas como contemporáneas, y con ello dar paso a su visibilidad en razón de su historia y aportes culturales y no en torno a su racialización.

Por otro lado, desde lo estructural, es preciso hacer una deconstrucción de la visión estereotipada y racista del cuerpo racializado negro, con el objetivo de abonar, desde un enfoque intercultural, antirracista y antisexista, a su inclusión en todos los niveles.

Si bien éste es apenas un estudio exploratorio sobre las implicaciones del cuerpo racializado negro en Morelos, también provee acercamientos a esta problemática a través del trabajo en territorio. Con ello se busca que estas reflexiones no sólo queden en el ámbito de la teoría, sino que resulten de interés en ámbitos de toma de decisiones, donde se problematicen las desigualdades históricas de grupos históricamente discriminados, como las poblaciones afrodescendientes en México y, en específico, en Morelos.

Hay que recordar que no hay una sola forma de ser afrodescendiente en México y en Morelos; que el cuerpo negro es huella de la ancestralidad africana, pero también que hay otras formas no racializadas de ser afrodescendiente que aún están por definirse. Aún es complejo el panorama de acceso a derechos afrodescendientes en este estado, entre otras cosas, por la falta de visibilidad en indicadores a nivel local. El trabajo comunitario apuesta a que, desde lo cualitativo, se abran canales para construir los cambios estructurales que necesitamos en la educación formal y no formal, que lleven a acciones de reparación histórica, como las que se empiezan a tejer con dignidad desde la territorialidad del paisaje cañero yautepequense en Morelos.

En conclusión, este trabajo mostró cómo, en el ámbito local, los procesos de etnogénesis se están abriendo paso en el acceso a derechos etnopolíticos a partir de coyunturas nacionales, como el reconocimiento constitucional afromexicano en 2019, así como los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 (inegi, 2017) y del Censo 2020 (inegi, 2024), que dieron visibilidad estadística a la población afrodescendiente en Morelos, necesaria para articularse a los procesos nacionales de una ya irreversible ruta de acceso para estos colectivos.



Notas

1 Se trata de un área cultural que abarca desde el municipio de Acapulco, en Guerrero, hasta el distrito de Pochutla, en Oaxaca.

2 El reconocimiento constitucional afromexicano se concretó y publicó en el Diario Oficial de la Federación (dof, 2019).

3 El debate por la creolización de las culturas africanas está presente en autores como Sidney Mintz y Richard Price (2012).

4 “La ciencia genómica moderna ha demostrado que toda la humanidad posee un acervo genético común, que los seres humanos somos iguales en un 99% y que el 1% en que diferimos no es suficiente para explicar nuestra diversidad como una diferenciación de ‘razas’” (Iturralde Nieto e Iturriaga Acevedo, 2018, p. 10).

5 Estos diagnósticos han sido realizados por integrantes de la Red Afro de Mujeres Afromorelenses (redafromam), en particular a través del proyecto Cartografías de la Presencia Afrodescendiente en Morelos, desde Paracas, Yautepec, el cual recibió el apoyo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (inpi) a finales de 2023 y fue dirigido por la autora. Pueden consultarse en el sitio: https://www.redafromam.org.mx

6 Se denomina comunidad afroindígena porque, a través de las gestiones de la redafromam, se solicitó esta adscripción ante el inpi desde diciembre de 2022, aunque oficialmente no se ha integrado al Catálogo Nacional de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, https://catalogo.inpi.gob.mx/

7 El concepto de afroindígena es usado para incluir identidades híbridas de Morelos, pues, como se sabe, desde tiempos coloniales las relaciones interétnicas existieron como una posibilidad de movilidad social. De igual forma, se sabe que el 60% de la población afrodescendiente en México también se autoadscribe como indígena (inegi, 2017).

8 El video de la entrega del mural a la comunidad con presencia de autoridades del inpi en Morelos se encuentra en redafromam (2023).



Referencias

Ballesteros Páez, M. D. (2014). El presente del pasado y la construcción de la identidad(es). Continuidades y cambios en la producción de los libros de texto de historia de México de educación secundaria (1993-2012). [Tesis de doctorado, itesm]. https://www.academia.edu/34599749/_EL_PRESENTE_DEL_PASADO_Y_LA_CONSTRUCCI%C3%93N_DE_IDENTIDAD_ES

Billig, M. (1986). Racismo, prejuicios y discriminación. En S. Moscovici, Psicología social ii. Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Cognición y desarrollo humano (pp. 575-600). Paidós. https://www.academia.edu/45127758/_Biblioteca_Serge_Moscovici_Psicologia_social_II

Briones, C. (2005). Cartografías Argentinas. Políticas indigenistas y formaciones provinciales de alteridad. Antropofagia. https://www.academia.edu/44512303/Cartograf%C3%ADas_Argentinas_Pol%C3%ADticas_indigenistas_y_formaciones_provinciales_de_alteridad

Butler, J. (2024). Lenguaje, poder e identidad. Síntesis.

De Castell, S., Luke, A. y Egan, K. (eds.) (1986). Literacy, society and schooling. Cambridge University Press. https://books.google.com/books/about/Literacy_Society_and_Schooling.html?id=st_PubJN4m8C

Diario Oficial de la Federación (9 de agosto de 2019). Decreto por el que se adiciona un apartado C al artículo 2º. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. dof, (8), ed. vesp., 2. https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/proceso/docleg/64/239_DOF_09ago19.pdf

Fanon, F. (2017). Piel negra, máscaras blancas. Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, 26(3), 275-303. https://www.academia.edu/77292834/Piel_Negra_M%C3%A1scaras_Blancas

Foucault, M. (1987). El orden del discurso (A. González, trad.). Tusquets. https://monoskop.org/images/5/5d/Foucault_Michel_El_orden_del_discurso_2005.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2017). Perfil sociodemográfico de la población afrodescendiente en México. inegi/conapred/cndh. https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/OtrosDocumentos/Doc_2017_030.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2022). Encuesta Nacional de la Discriminación en México (enadis) 2022. inegi. https://www.inegi.org.mx/programas/enadis/2022/

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2024). Perfil sociodemográfico de la población afrodescendiente en México. Censo de Población y Vivienda 2020. inegi. https://www.inegi.org.mx/contenidos/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/nueva_estruc/889463921431.pdf

Iturralde Nieto, G. e Iturriaga Acevedo, E. (coords.) (2018). Caja de herramientas para identificar el racismo en México. Red Integra/Contramarea Editorial/Afrodescendencias en México. Investigación e Incidencia ac https://surxe.sdi.unam.mx/index.php/actividades/publicaciones/caja-de-herramientas-para-identificar-el-racismo-en-mexico

Masferrer León, C. V. (2019). Racismo y afrodescendencia en la educación primaria de México. Libros de texto nacionales y prácticas docentes locales. En M. E. Velázquez (coord.), Estudiar el racismo: afrodescendientes en México (pp. 373-424). Secretaría de Cultura/inah. https://www.academia.edu/40771071/_Racismo_y_afrodescendencia_en_la_educaci%C3%B3n_primaria_de_M%C3%A9xico_libros_de_texto_nacionales_y_pr%C3%A1cticas_docentes_locales_

Meléndez, F. (2023a). Decálogo de Derechos Afromorelenses [folleto]. redafromam. https://redafromam.org.mx/wp-content/uploads/2023/12/Decalogo_Derechos.pdf

Meléndez, F. (2023b), “Nuestros abuelos vinieron de Cuba”: relatos de extranjería sobre las personas afrodescendientes en el oriente del actual estado de Morelos. En N. Zamarrón (coord.), Afros Morelos. Presencias Afrodescendientes pasado y presente (p. 162). Unidad Regional de Culturas Populares e Indígenas de Morelos/Secretaría de Cultura.

Meléndez, F. (16 de mayo de 2024). Festival Afro Paracas en #Morelos [post]. Facebook, sp. https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=10160090650817005&id=583037004&mibextid=qi2Omg&rdid=sYeCCRn3vIFIZTBG#

Mintz, S. W. y Price, R. (2012 [1992]). El origen de la cultura africano-americana. Una perspectiva antropológica. unam/ciesas. https://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/ciesas/20170504025856/pdf_409.pdf

Red Afro de Mujeres Afromorelenses (30 de noviembre de 2023). Entrega mural “Herencia Afromorelense” [video]. YouTube. https://www.youtube.com/shorts/pQbf0j8YXwM

Red Afro de Mujeres Afromorelenses (2024a). Diagnósticos comunitarios. Entrevista como parte de las actividades del proyecto “Cartografías de la Presencia Afrodescendiente en Morelos”, desde Paracas, Yautepec. redafromam.

Red Afro de Mujeres Afromorelenses (2024b). La inauguración de la “Minibiblioteca Infantil Comunitaria de Afro Paracas” [video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Nt1fkWOnVLw

Varela Huerta, I. A. (2017). Tiempo de diablos: usos del pasado y de la cultura en el proceso de construcción étnica de los pueblos negros-afromexicanos. [Tesis de doctorado, uam Xochimilco]. https://repositorio.xoc.uam.mx/jspui/handle/123456789/1711

Vázquez-Rojas Maldonado, V. (2024). África en Morelos. Sinembargo.mx, sp. https://www.sinembargo.mx/4454775/africa-en-morelos/

Velázquez, M. E. e Iturralde Nieto, G. (2016). Afrodescendientes en México. Una historia de silencio y discriminación. conapred/inah. https://www.conapred.org.mx/publicaciones/afrodescendientes-en-mexico-una-historia-de-silencio-y-discriminacion-2da-ed/



Anexo 1
Decálogo de Derechos Afromorelenses

¿Quiénes son los afromorelenses?

No hay una sola forma de ser afrodescendiente en México y tampoco en Morelos. Eso nos enriquece y al mismo tiempo nos ha generado problemas, porque la etnicidad no responde a una lengua en concreto o a una vestimenta, sino a una herencia cultural global derivada del comercio transatlántico de personas del continente africano al americano.

Sin embargo, reconocemos para nuestra entidad al menos tres diásporas que conformarían la afrodescendencia en Morelos:

Resistencia histórica de las mujeres afrodescendientes esclavizadas

La huella de la ancestralidad afrodescendiente está marcada por resistencias, en específico, las de las mujeres, quienes se enfrentaron a estigmas como el de su maternidad asociada a la ilegitimidad, que les valió no sólo la esclavitud de su descendencia sino el despojo de su honor.

Blanqueamiento de aportes y liderazgos

El tema del blanqueamiento social es notorio en el caso del independentista José María Morelos y Pavón, un personaje que hoy sabemos fue un mulato, y que el discurso del Estado se encargó de ocultar bajo una identidad criolla, al punto de que, en el estado de Morelos, nunca se ha mencionado su raíz africana.

Derechos afromorelenses

  1. Derecho a reconocer la presencia afrodescendiente como parte de la diversidad cultural del estado de Morelos.
  2. Derecho a ser representados de forma digna en campañas y capacitaciones que fomenten la autoadscripción afrodescendiente en Morelos.
  3. Derecho a la identidad y la cultura afrocentrada (saberes tradicionales, cosmogonía, forma de hablar, etcétera).
  4. Derecho al empleo de los afromorelenses mediante acciones afirmativas que permitan librar los obstáculos a su participación.
  5. Derecho a acceder a la justicia libre de estereotipos institucionalizados, al mismo tiempo que se adopten medidas para combatir todos los actos de racismo.
  6. Derecho a ser protegidos contra el racismo, con el fin de superar las disparidades que provocan discriminación racial en Morelos.
  7. Derecho al desarrollo por medio del reconocimiento de que la pobreza es a la vez causa y consecuencia de la discriminación.
  8. Derecho de las niñas y niños a tener acceso a textos que dignifiquen la herencia afromorelense.
  9. Derecho a la salud de los afromorelenses con miras en la atención comunitaria y de calidad.
  10. Derecho a la vivienda digna que asegure un hogar y una comunidad en paz.