Estrategias de internacionalización para la formación integral en arquitectura

Norma Angélica Juárez Salomo
Gerardo Gama Hernández ••
Miguel Ángel Cuevas Olascoaga ••


Ante el creciente desarrollo de las tecnologías de comunicación e información, sobre todo en lo relacionado con plataformas, redes, aplicaciones y aspectos similares, el mercado laboral nacional e internacional se ha transformado de forma clara a través de los medios digitales. Por una parte, han surgido perfiles y alternativas ocupacionales que requieren de habilidades y conocimientos para el uso y aprovechamiento de los recursos y herramientas tecnológicas; por otra, se han creado entornos laborales virtules que requieren de individuos que se vinculen y desempeñen con una lógica en red, los cuales plantean “un nuevo modelo de búsqueda de empleo: la Red actúa de elemento intermediario entre oferentes y demandantes”.1

A poco menos de tres décadas del desarrollo de la red mundial, las telecomunicaciones en el ámbito educativo iniciaron un franco incremento y la oferta educativa se multiplicó, cobrando mayor relevancia en el universo de la educación superior en el mundo entero a través de los espacios virtuales. Desde entonces hasta el presente, el reto constante ha sido tanto formar especialistas para la gestión y tutoría como el replanteamiento y diseño de propuestas académicas, con el fin de aprovechar y responder a los diversos escenarios educativos. Esto tiene el propósito de contribuir favorablemente en la formación de profesionales con un perfil fortalecido en capacidades académicas, tecnológicas y apertura a modelos y enfoques múltiples, incluyendo escenarios internacionales.

Aunado a la escalada tecnológica, y en gran parte como consecuencia de ella, las instituciones educativas se enfrentan actualmente con una creciente interrelación de países y posibilidades de cooperación, por lo que se ha hecho necesario considerar estrategias integrales de fortalecimiento, con el objetivo de edificar una nueva cultura donde se valoren los enfoques internacionales, interculturales e interdisciplinarios, y permitir así la promoción y el apoyo de iniciativas para la internacionalización en casa, como la internacionalización de las funciones sustantivas, movilidad presencial o virtual (internacionatics)2 y movilidad de los integrantes de la comunidad universitaria.

Antecedentes

En términos generales, considerando las experiencias compartidas en la presente década en diversos foros sobre educación superior e internacionalización de las posturas de la Unión Europea (ue), de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (anuies), del Congreso de las Américas (caei), de la Organización Universitaria Interamericana (oui) y de la Asociación Mexicana para la Educación Internacional (ampei), sólo por mencionar algunas, todas ellas coinciden en que la internacionalización ha sido producto de la colaboración entre las instituciones educativas que se han dado a la tarea de conformar redes y alianzas.

A través de ella se ha detectado la necesidad de realizar planteamientos integrales de transformación institucional teniendo en cuenta diversas áreas del conocimiento, al igual que el aparato administrativo y de gobierno universitario en su conjunto. Instituciones educativas tanto públicas como privadas se han enfrentado al reto de concebir espacios y proponer actividades enfocadas en la comunidad universitaria, con la intención deliberada de plantear iniciativas para la promoción y el apoyo de estrategias para la interacción, la cooperación y el intercambio. Con ello se busca incentivar la vida internacional creando una dinámica de cambio planificado, integradora de habilidades y capacidades de estudiantes, académicos y gestores, lo cual ha sido identificado por Alsina como una transformación orientada hacia las competencias.3

Como parte de este revolucionario proceso de transformaciones educativas, desde la década pasada, en las reuniones del Tuning Europa-América Latina, se anunciaba la importancia de valorar los resultados del aprendizaje, las estructuras y el contenido de los estudios más que de los sistemas educativos, adjudicando una responsabilidad primordial a las instituciones de educación superior más que a los gobiernos. Como consecuencia de la Declaración de Bolonia, la sintonización en términos de estructuras y programas, así como de la enseñanza propiamente dicha, se volvió el reto primordial.4

Acerca del ámbito de competencias, y sólo para contrastar el cambio de visiones experimentadas sobre temas de internacionalización, en un estudio publicado hace más de veinticinco años Opper refería que la movilidad estudiantil se centraba sobre todo en las relaciones sociales y en la posibilidad de conocer lugares y experimentar nuevas sensaciones culturales, así como en la oportunidad de involucrarse con la comunidad, dejando en un segundo término los aprendizajes académicos y lingüísticos.5

En la actualidad, estas aseveraciones presentan un nuevo matiz ante el interés que manifiestan en gran medida los estudiantes participantes en iniciativas de movilidad. Si bien es cierto que las experiencias de vivir e interactuar en un país nuevo marcan una gran diferencia en el antes y después en su formación, ahora, además de la experiencia, planean estrategias para ampliar sus conocimientos y habilidades en instituciones bien definidas, definen su ruta de formación en función de un mercado laboral y se preparan con antelación para el aprendizaje de una segunda o tercera lengua.

Al respecto de vincularse con comunidades diversas a través de la movilidad, coincidiendo con Alsina,6 toda cultura es básicamente pluricultural, es decir, la cultura se ha conformado a partir del contacto entre distintas comunidades. En el caso de fenómenos migratorios, de movilidad estudiantil o de la conformación de familias interculturales, por ejemplo, éstos promueven la diversificación y el impacto cultural, que contribuyen a la pluriculturalidad al permitirles a los estudiantes involucrarse temporal o permanentemente con las formas de vida del lugar donde se encuentran, a las cuales aportan su modo de pensar, sentir y actuar. Estas experiencias son un componente esencial de las competencias y habilidades de los estudiantes.

Por lo anterior, y de manera muy especial para los estudiantes de la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem), acorde con el Modelo Universitario de esta institución, el desarrollo de competencias para poder hacer frente a las necesidades emergentes de la vida contemporánea hace énfasis en el respeto y amor hacia el patrimonio cultural, las expresiones vernáculas y la sustentabilidad; de allí la urgencia de promover estrategias planificadas y permanentes para actuar de forma pertinente en las distintas esferas de la comunidad universitaria, así como establecer una relación de respeto, condición fundamental para el logro de los objetivos tanto de la universidad como de la misma escuela. Así, ante las transformaciones y requerimientos contemporáneos, se enuncia como un eje prioritario de esta escuela el desarrollo de competencias globales7 que permitan a los estudiantes desempeñarse en esferas multiculturales tanto locales como internacionales, y se concibe la internacionalización como una vía para favorecer su desarrollo integral, haciendo posible su incorporación a la sociedad contemporánea.

En suma, el presente trabajo comparte reflexiones para la comprensión del enfoque de competencias, a la vez que ilustra acciones concretas realizadas en la Escuela de Turismo, sobre todo aquellas tendientes a promover estrategias para que la comunidad universitaria se involucre y promueva el desarrollo de seres humanos abiertos a las innovaciones, sensibles con la sociedad, dispuestos a participar activamente y concebirse como aprendices de por vida. Ante ello queda pendiente definir políticas de seguimiento y evaluación permanente de dichas estrategias, tarea que es objeto de nuevos trabajos en dicha escuela.

Modelo universitario y formación integral

Para cumplir con su misión, las instituciones de educación superior (ies) establecen una serie de principios que enuncian su rumbo, traducido en sus funciones sustantivas de docencia, investigación, y extensión de la cultura y los servicios. Estos principios motivan el surgimiento de ejes educativos, valores formativos compartidos, competencias genéricas comprendidas en el perfil, concepciones básicas de aprendizaje y evaluación, entre otros elementos.

En los modelos universitarios de las ies se declaran las competencias orientadoras para los estudiantes de las diversas áreas del conocimiento, las cuales se dividen curricularmente en competencias para la formación general, las correspondientes a la formación básica y las relacionadas con la formación especializada. El Modelo Universitario de la uaem fue aprobado en 2010, y plantea la posición de la institución en relación con su entorno como orientadora del quehacer académico. Entre sus principales características se encuentra el énfasis en el sujeto en formación, es decir, el estudiante.8

Competencias

La competencia humana, en forma general, se centra en el dominio de conceptos, destrezas y actitudes; ser competente significa que el individuo posee conocimientos a la vez declarativos (información y conceptos) y procedimentales, es decir, sabe lo que hace, por qué lo hace y conoce el objeto sobre el que actúa. En este sentido, ser competente también implica, como refiere Villarini,9 tener la capacidad de ejecución, es decir, el conocimiento procesal o las destrezas intelectuales y psicomotoras para llevar a cabo la ejecución sobre el objeto. Hacer uso del conocimiento declarativo y procesal permite actuar de una manera que se considera correcta.

De acuerdo con Chomsky, “la competencia es la capacidad de creación y producción autónoma de conocer, actuar y transformar la realidad que nos rodea, ya sea personal, social, natural o simbólica, a través de un proceso de intercambio y comunicación con los demás y con los contenidos de la cultura”.10 Esta definición está referida al campo lingüístico, pero rescata con claridad las exigencias que conlleva “ser competente” cuando define el carácter activo y transformador que este concepto supone.

Las competencias se identifican a partir de las características de los estudiantes en contextos educativos de libertad e innovación, que son proclives al desarrollo de la investigación y la creación de oportunidades de mejoramiento para ellos y para los docentes e investigadores, así como a la administración de los recursos existentes. En un escenario multicultural e interdisciplinario, el estudiante debe saber manejar la complejidad del mundo y los procesos de cambio de su propia disciplina y profesión. Para ello debe aprender a diseñar nuevas estrategias de formación y organización de la información que recibe para reconocer experiencias válidas de otras culturas y, en su caso, incorporarlas a las propias.

Competencias globales

Para la internacionalización en el mundo universitario se requiere de competencias orientadas al diseño y gestión de iniciativas, como la movilidad de estudiantes, profesores, administrativos e investigadores; creación de redes de carácter regional e internacional; oferta educativa internacional; internacionalización del currículum; dobles titulaciones; acuerdos interinstitucionales; investigaciones y posgrados conjuntos; enseñanza de idiomas y culturas locales; programas de cooperación para el desarrollo; procesos regionales de evaluación y acreditación de la calidad universitaria, entre otras iniciativas con enfoque global.

La tipificación y conceptualización de las competencias globales es un tema que se encuentra aún en proceso de desarrollo y su complejidad no es menor. Sin embargo, para entender sus enfoques y estrategias es posible comenzar por aceptar que las competencias globales promueven que los estudiantes se centren y desarrollen habilidades en escenarios multiculturales. A continuación se mencionan algunos ejemplos:

Además de lo enunciado se debe remarcar la importancia del liderazgo, resaltando la capacidad para trabajar en equipo a pesar de las barreras lingüísticas o culturales, los retos y dificultades propios de la cultura, la comprensión y manejo del estrés, la identificación de fortalezas y debilidades, además de vislumbrar vías de acción para desarrollarse en la sociedad.

El concepto de competencias, al menos en un principio, se relacionó de manera casi exclusiva con los procesos productivos en el mundo empresarial donde, ante necesidades propias del medio, surgió la demanda de capacitar de manera continua al personal, independientemente de su título, diploma o experiencia laboral previos. Así se establecieron las denominadas competencias laborales, definidas de forma genérica como la “capacidad efectiva para llevar a cabo exitosamente una actividad laboral plenamente identificada”.12 La incorporación de las competencias desde su aparición y hasta la fecha ha ampliado su cobertura. Sergio Tobón nos da la siguiente definición: “La competencia se identifica como una actuación idónea que emerge en una tarea concreta, en un contexto con sentido. Se trata de un concepto asimilado con propiedad y el cual actúa para ser aplicado en una situación determinada, de manera suficientemente flexible como para proporcionar soluciones variadas y pertinentes”.13

Desde la perspectiva de Bogoya, las competencias implican actuación, idoneidad, flexibilidad y variabilidad.14 En una segunda definición, ya más centrada en la educación, Vasco define las competencias como la “capacidad para el desempeño de tareas relativamente nuevas, en el sentido de ser distintas a las tareas de rutina que se hicieron en clase o que se plantean en contextos distintos de aquellos en los que se enseñaron”.15 De acuerdo con este autor, dos elementos fundamentales son la innovación y sus posibilidades de aplicación en contextos diversos. Otros elementos destacados, según Massot y Feisthammel, son las estructuras de conducta, actuación en entornos reales y actuación en un marco profesional global.16

Para el concepto de competencias globales, las innovaciones tecnológicas y las telecomunicaciones ofrecen una gama cada vez más extensa de alternativas. Las tecnologías ayudan a mantener una interacción más intensa con colegas de todo el mundo, por ejemplo, las plataformas, aplicaciones, herramientas digitales y entornos virtuales; pero igualmente demandan de los usuarios un esfuerzo permanente y continuo para mantenerse actualizado.

Estrategias en la Escuela de Turismo

Tomando en cuenta la necesidad de replantear y diseñar propuestas académicas que contribuyan favorablemente en la formación de profesionales con perfil internacional, en la Escuela de Turismo de la uaem se hizo necesario diseñar estrategias integrales de fortalecimiento centrado en las competencias, las cuales han impactado no sólo en el currículum formal, sino también en las iniciativas co-curriculares dirigidas a la comunidad.

A través de iniciativas presenciales y virtuales, en la Licenciatura de Turismo se han desarrollado estrategias académicas que reafirman la identidad vinculada con la comunidad universitaria, a la vez que enfatizan la importancia de la formación integral de los estudiantes. El desarrollo de programas basados en competencias, de eventos y conferencias de carácter internacional, al igual que la participación de los docentes en escenarios internacionales, contribuye al fortalecimiento de la formación y orientación hacia retos globales.

Para contar con un panorama sobre los elementos que los estudiantes reconocen como competencias en diversos ámbitos y cuáles de éstas definen como partes de su desempeño, se diseñó y aplicó un instrumento a 138 estudiantes de segundo y cuarto semestre de dicha licenciatura, a través del cual se detectaron datos importantes para definir una estrategia de formación de los estudiantes y sensibilización de los docentes respecto a las competencias de carácter global.

A través del diagnóstico referido y de las experiencias de los años recientes, se ha encontrado que la internacionalización no sólo ocurre en universidades y países en el extranjero, sino también entre los integrantes de la misma universidad, donde existe una extensa gama de académicos de nacionalidades diversas, así como docentes que han estudiado en el extranjero y que impactan de diversas formas a las actividades de docencia e investigación.

Respecto a culturas afines, los programas desarrollados con universidades de Latinoamérica han sido tan importantes como aquellos establecidas con Europa o Asia. En la Escuela de Turismo se han establecido vínculos con universidades de Francia, Canadá, España, Ecuador, Belice, Colombia, Argentina, Costa Rica, Nicaragua y Perú, por ejemplo, con las cuales se han realizado estancias cortas y movilidad de académicos y estudiantes en las cuales se incluye la presentación de proyectos de turismo rural, turismo de salud e innovación turística. Con ello se ha integrado un programa que ha permitido de manera permanente, aun en el mismo idioma, establecer un vínculo entre áreas de diversas vertientes relacionadas con el turismo, conformar redes académicas, realizar estancias de práctica profesional y dar un impulso al diálogo de saberes y metodologías locales. También ha permitido recuperar saberes ancestrales, así como desarrollar enfoques y tendencias del turismo, políticas educativas hacia el área e incluso entornos virtuales llevados al espacio del debate y la reflexión a través de recursos electrónicos.

Otra colaboración permeada de experiencias interculturales y, por ello, espacio propicio para el desarrollo de competencias globales, ha sido el intercambio entre la ies y universidades canadienses, como la Universidad de Quebec en Tres Ríos (uqtr); estadounidenses, como el Sistema de Universidades de Nueva York (suny-coil), y latinoamericanas, como la Universidad Nacional de Costa Rica (una), con las cuales no sólo en turismo sino también en aprendizaje de lenguas y desarrollo de proyectos conjuntos, se ha podido conocer la expresión cultural de cada país, multiculturalidad, usos, tradiciones y costumbres que complementan e impulsan la formación y nuevos conocimientos.

A partir de esta experiencia se han intensificado las actividades con la una en sus tres campus en los últimos dos años, a través de publicaciones conjuntas con el Campus Nicoya; giras de estudiantes y simposios con el Campus Liberia, y formación de docentes y realización de un diplomado en innovación turística con el Campus Sarapiquí, sólo por mencionar algunas iniciativas, todas ellas altamente apreciadas por los pares académicos de ambas instituciones.

La Escuela de Turismo, desde su surgimiento y por su misma naturaleza, ha establecido estrategias de fortalecimiento de la adquisición de otras lenguas —en especial las obligatorias, como el inglés—. De forma curricular y co-curricular se ofrecen a los estudiantes de distintos semestres los temas de formación en esta y otras lenguas y disciplinas. En este rubro se han iniciado intercambios con académicos de la Licenciatura de Cultura, Ocio y Turismo de la uwtr para el otorgamiento de becas para aprendizaje de lenguas.

Igualmente, orientados a la sensibilización intercultural se establecieron talleres opcionales sobre patrimonio cultural de México, urbanidad y buenas maneras, turismo de salud, gastronomía, coctelería, alimentos y bebidas, cata de vinos, entre otros, en los que se hace énfasis en países que cuentan con una extensa tradición en turismo, por ejemplo, la cultura francesa. Estos talleres fueron diseñados en coordinación con el Instituto de Ciencias de la Educación (ice) de la uaem.

Para estas iniciativas, entre las estrategias apoyadas por recursos informáticos para la sensibilización intercultural se han utilizado recursos de la web 2.0 para el diseño y distribución de boletines electrónicos, blogs de experiencias culturales, y páginas y redes de colaboración. También se ha trabajado con narrativas digitales y espacios virtuales para enriquecer dichas actividades. El objetivo a mediano plazo es promover talleres bajo esquemas similares en inglés, francés u otros idiomas, dependiendo de los vínculos académicos emergentes.

Algunos profesores-investigadores y estudiantes, con el apoyo de e-uaem, participaron en un proyecto auspiciado por la Embajada de Estados Unidos y el suny-coil cuyo propósito es desarrollar cátedras entre profesores estadounidenses y de otras partes del mundo y académicos de la uaem.

Desarrollo de competencias

El diseño y promoción de iniciativas para la sensibilización intercultural y el desarrollo de competencias globales para la formación de los estudiantes de la Escuela de Turismo han requerido de mucha voluntad y apertura no sólo de los estudiantes sino también de los académicos responsables de cada iniciativa, y han significado esfuerzos de organización y gestión que, en múltiples ocasiones, han sido más circunstanciales que planeados. No obstante, en el afán de constituir un programa permanente se ha requerido de planeación y coordinación entre la administración, los académicos y los estudiantes para poder potencializar sus alcances.

Las iniciativas emprendidas han propiciado experiencias invaluables que permiten comprobar que la lengua y la cultura promueven el desarrollo de habilidades para obtener conocimientos e información y utilizar herramientas para el fortalecimiento de las actividades ofrecidas tanto en los salones de clase como en espacios virtuales, combinando la teoría y la práctica.

La colaboración promueve el desarrollo de competencias para desempeñarse de forma pertinente y diversa en el mundo y contribuye al establecimiento de redes de cooperación que impactan en las funciones sustantivas: actividades académicas, movilidad de estudiantes y docentes, establecimiento de sistemas de acreditación, capacitación para la obtención de fondos de financiamiento de proyectos, sistemas de acreditación de estudios y recuperación de mejores prácticas e involucramiento de la comunidad.


Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)
•• Escuela de Turismo, Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)




Notas

1 Begoña Eguía Peña e Ixone Alonso Sanz, “El Desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación: un nuevo reto para el mercado de trabajo”, Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. extra vi, núm. 119 (74), 2002, http://bit.ly/2vF2308

2 Respecto al concepto de movilidad virtual, debido a que no existe un traslado de participantes se ha adoptado el nombre de Internacionatics, en referencia a las tecnologías que apoyan los procesos de internacionalización.

3 Miquel Alsina, “Interculturalidad y medios de comunicación: el caso de Cataluña”, en Roberto Zariquiey (ed.), Realidad multilingüe y desafío intercultural. Ciudadanía, política y educación, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2003, pp. 295-321.

4 Esta fue una de las conclusiones comunes en los informes de las cuatro reuniones del proyecto Tuning-Europa-América Latina, llevadas a cabo en Buenos Aires, Argentina (marzo de 2005), Belo Horizonte, Brasil (agosto de 2005), San José de Costa Rica (febrero de 2006), Bruselas, Bélgica (junio de 2006) y México df, México (febrero de 2007).

5 Susan Opper, Ulrich Teichler y Jerry Carlson, Impacts of study abroad programmes on students and graduates, Jessica Kingsley Publishers (Higher Education Policy Series 11, vol. 2), Londres, 1990.

6 Miguel Alsina, “Interculturalidad…”, op. cit.

7 Las competencias globales, en un nuevo contexto, apuntan al desarrollo de un perfil profesional que se caracterice por actitudes y aptitudes para poder desempeñarse exitosamente en entornos multinacionales-multiculturales, entendidas sobre todo como integrales, considerando los procesos propios de la globalización, con un enfoque internacional.

8 “Modelo Universitario”, Órgano Informativo Universitario “Adolfo Menéndez Samará”, año xv, núm. 60, 14 de marzo de 2011, https://goo.gl/mLf7Y2

9 Antonio Villarini, El currículo orientado al desarrollo humano integral, Río Piedra (Biblioteca del Pensamiento Crítico), San Juan, 1996.

10 Noam Chomsky, Aspectos de la teoría de la sintaxis, Aguilar, Madrid, 1970.

11 Véase Language Corps, organización que prepara a académicos de todo el mundo para vivir experencias de movilidad académica, www.languagecorps.com

12 Leonard Mertens, La gestión por competencia laboral en la empresa y la formación profesional, vol. 1, oei, Madrid, 1998.

13 Sergio Tobón, Formación basada en competencias. Pensamiento complejo, diseño curricular y didáctica, Ecoe, Bogotá, 2008.

14 Daniel Bogoya Maldonado, “Una prueba de evaluación de competencias académicas como proyecto”, en Daniel Bogoya et al. (eds.), Competencias y proyecto pedagógico, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2000, p. 11.

15 Citado por Sergio Tobón, Formación…, op. cit.

16 Pierre Massot y Daniel Feisthammel, Seguimiento de la competencia y del proceso de formación, aenor, Madrid, 2003.